La apendicitis es un problema quirúrgico muy común, y la cirugía de apendicitis laparoscópica a menudo se realiza como un procedimiento de emergencia para extirpar el apéndice infectado. El apéndice se extrae a través de una incisión en la pared abdominal inferior derecha en la cirugía tradicional. En la apendicectomía laparoscópica, el cirujano opera a través de 3 pequeñas incisiones, cada una de las cuales mide entre 0,5 cm y 1 cm. Esto se hace mientras el cirujano observa una imagen ampliada de los órganos del paciente para guiarlo en la extracción del apéndice.
La cirugía laparoscópica de apendicitis es un procedimiento mínimamente invasivo. Las incisiones son de menor tamaño en comparación con la cirugía abierta. Implica menor riesgo de complicaciones, menos dolor, menos cicatrización y una recuperación y vuelta a la vida normal más rápida para el paciente.
Para evitar que la apendicitis empeore, se recomienda una apendicectomía laparoscópica para extirpar todo el apéndice. Un apéndice inflamado (apendicitis) puede representar una amenaza grave para la salud y debe extirparse de inmediato. Un apéndice infectado generalmente comienza cuando las bacterias y el contenido fecal se obstruyen a lo largo de la abertura del apéndice. Esto hace que el apéndice se hinche e inflame. A medida que continúa la hinchazón y la inflamación, un apéndice inflamado puede romperse y provocar peritonitis, una infección de los órganos dentro del abdomen. La peritonitis es una afección potencialmente mortal.
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